lunes, 29 de noviembre de 2010

Taller de escritura

Al caballero Arnaldo le gustaba comer las setas asadas con la salsa de la carne de ciervo con que servían el plato en el ventorro del Lobito. Quizá gustarle no sea el término más adecuado; le encantaban. Era pasión lo que sentía por esas setas.  En cuanto llegaba el otoño, tras acabar sus quehaceres diarios en el castillo de su señor, el duque de Osuna, Arnaldo colgaba la armadura y acompañado de su fiel escudero y amigo, el recio Alvar Montoya, cabalgaban juntos hasta el ventorro para deleitarse con el sabor de unas setas que hacían ensalivar cada noche a los parroquianos que ansiosos esperaban a que Filomena, la dueña del ventorro, sacara de entre las brasas la tinaja de barro con tan rico manjar.

Sin embargo, aquella noche...

Nano dijo...
Dióse el caso de que una de estas noches de ansia de las papilas gustativas, un sucio y zarrapastroso vagabundo secuestró, a punta de navaja a Filomena, delante de todos los presentes. Ninguno se levantó para defender los ideales de la comarca, así que el caballero Arnaldo, levantóse y a guisa de perdón, arrebató de una patada la navaja del mendigo. Entonces Filomena le cogió por el cuello y.... CRISTINA.DR dijo...
Metió la cabeza del mendigo en una olla con agua hirviendo que tenía junto a la chimenea. Todos se quedaron asombrados por la acción de Filomena. Excepto Arnaldo que ya conocía muy bien a Filomena.El mendigo que dio un espantoso grito de dolor y ....

Mi hermano

"Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos.
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."

Al principio, Pablo, ajeno a mis sentimientos, me miraba perplejo, sin llegar a entender realmente porqué su gemelo actuaba de ese modo tan extraño y, ¿por qué no decirlo?, tan extravagante. La verdad es que nunca llegó a entenderlo, pero con los años se fue acostumbrando, o eso me parecía. Al final, ya se reía cada vez que me levantaba antes de tiempo y corría apresurado, dejándole atrás. Siempre me gustó esa sensación.

Cuando se fue a Alemania le eché de menos, no voy a negarlo. Hasta le escribí en un par de ocasiones. Sé que le hizo ilusión...

lunes, 18 de octubre de 2010

Descripción de debajo de la cama


Sobre el frio azulejo marrón se enclavaban firmes las seis patas del canapé. Como hicieran hace siglos las columnas de Halicarnaso, aquellas patas, redondas, negras, brillantes y pesadas, aunque viejas y deterioradas por el cruel e inexorable paso del tiempo, aún se mantenían ahí, orgullosas, reflejo de lo vivido, sujetando sin tapujos el abombado techo de tela que irregularmente se desprendía a lo largo la cama. Creaban así, en su conjunto, un rectángulo perfecto, sombrío y apartado, el lugar  idóneo  como refugio de ácaros. Hacía un par de días que la escoba no pasaba por allí y ya se podía ver como el suelo había olvidado su pulida rectitud original prefiriendo ese otro porte, el que le otorgaba un relieve más ondulado, cargado y tosco, diferente. Algunas pelusas, residuos muertos de los dos perros que merodeaban durante el día la habitación, se agrupaban sobre los rosetones, círculos, pentágonos y hexágonos que geométricamente se dibujaban  sobre el suelo. Con el aire, los gráciles bamboleos de las pelusas recordaban las ramas del verde olivo expuesto en primavera al sol, disfrutando de los rayos y la brisa que le regala la tierra llana. Un edredón blanco bien mullido caía por uno de los costados dejando entrever su silueta. Al fondo, una botella de agua junto a tres pares de zapatos escrupulosamente alineados en fila delimitaban el margen del canapé. Bajo el cabecero de la cama, una pared blanca que recientemente había sido pintada imponía el otro límite. A esa hora, ya de noche, tan solo la luz artificial que iluminaba la estancia era capaz de colar tímidamente algo de claridad en una zona tan recóndita y por lo general tan apartada de miradas ajenas; reducto de temores infantiles, aquel lugar oscuro y resguardado se prestaba para dejar volar la imaginación y recordar, con cierto halo de nostalgia, los inocentes temores que en una niñez ya casi olvidada, surgían por lo que allí abajo pudiera por la noche esconderse.

¿Qué papel debe tener la literatura en Primaria?

En mi opinión, la literatura juega un papel fundamental a lo largo de la vida de todo hombre. Las ventajas que aporta la lectura son innumerables y ampliamente conocidas; por citar algunas: desarrolla la capacidad cognitiva, genera un continuo aprendizaje de léxico, mejora la ortografía, desarrolla la imaginación, aporta cultura y una visión de enfoque plural del entorno, sirve de evasión y entretenimiento... Por estos y otros tantos motivos, la práctica de la lectura, un hábito sano, enriquecedor y saludable, debe inculcarse a los niños desde su más pronta edad de una forma natural, entretenida, atractiva y adecuada a los años y los gustos de nuestros destinatarios, para que vayan descubriendo y disfrutando de todas las posibilidades que les bindan los libros de una forma divertida y útil. Así, no tardarán en ser ellos mismos los que por voluntad propia quieran seguir disfrutando de la lectura.

La escuela resulta el lugar idóneo para desarrollar esta labor, ya que el maestro posee el tiempo, los conocimientos y los medios necesarios para llevarlo a cabo, reforzando además la labor que en este campo haga la familia.

Bienvenida

Bienvenido\a a este blog destinado a la asignatura de Literatura Infantil de Educación Primaria.

¿Qué es la literatura?

Según la Real Academia Española, la literatura es el arte que emplea como medio de expresión una lengua. Asi mismo, también es el conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género.