Sin embargo, aquella noche...
- Dióse el caso de que una de estas noches de ansia de las papilas gustativas, un sucio y zarrapastroso vagabundo secuestró, a punta de navaja a Filomena, delante de todos los presentes. Ninguno se levantó para defender los ideales de la comarca, así que el caballero Arnaldo, levantóse y a guisa de perdón, arrebató de una patada la navaja del mendigo. Entonces Filomena le cogió por el cuello y....
CRISTINA.DR dijo...
- Metió la cabeza del mendigo en una olla con agua hirviendo que tenía junto a la chimenea. Todos se quedaron asombrados por la acción de Filomena. Excepto Arnaldo que ya conocía muy bien a Filomena.El mendigo que dio un espantoso grito de dolor y ....
Dióse el caso de que una de estas noches de ansia de las papilas gustativas, un sucio y zarrapastroso vagabundo secuestró, a punta de navaja a Filomena, delante de todos los presentes. Ninguno se levantó para defender los ideales de la comarca, así que el caballero Arnaldo, levantóse y a guisa de perdón, arrebató de una patada la navaja del mendigo. Entonces Filomena le cogió por el cuello y....
ResponderEliminarMetió la cabeza del mendigo en una olla con agua hirviendo que tenía junto a la chimenea. Todos se quedaron asombrados por la acción de Filomena. Excepto Arnaldo que ya conocía muy bien a Filomena.El mendigo que dio un espantoso grito de dolor y ....
ResponderEliminarsacó la cabeza de un respingo, gritó mirando a los allí presentes:
ResponderEliminar- ¡Maldigo este ventorro! ¡Y que todos los espíritus, muertos, y demonios del inframundo, lleven a cabo esta acción encomendada!
Inmediatamente, algunos de los clientes habituales de la venta, echaron al mugriente mendigo a la calle, mientras,Filomena y el Caballero Arnaldo sintieron como una extraña e intensa sensación les invadía todo su ser...